El silencio es de oro (y la Recta Energía, de diamante)

 

Aquí va una historia tradicional relevante a nuestra propensión a enganchar la mente y enzarzarnos en disputas “a mayor gloria/disfrute/desahogo de mi ego”, como hemos comentado en la sesión de hoy:

 

Cuatro novicios Zen que eran amigos íntimos se habían comprometido a observar siete días de silencio absoluto. Al primer día todos permanecieron en silencio. Su retiro de meditación había comenzado de manera auspiciosa, pero cuando se hizo de noche y las lámparas de aceite empezaron a agotarse, uno de los estudiantes no pudo evitar decirle a un sirviente: “Rellena de aceite esas lámparas”.

El segundo estudiante se sorprendió de oírle hablar al primero: “Se suponía que no íbamos a pronunciar ni una palabra”.

“Sois idiotas los dos. ¿Por qué habéis hablado?”, preguntó el tercero.

“Yo soy el único que no ha hablado”, concluyó el cuarto.

 

Bromas aparte, la sonrisa del bodhisattva de la imagen sugiere para mí la disposición que más nos favorece en el camino del Dharma, la ley natural. Su mano izquierda forma el mudra de la Tierra, llamado prithvi, con las yemas de los dedos pulgar y anular que se tocan sin esfuerzo, sin aplastarse la una contra la otra, pero sin despegarse tampoco. 

Se trata de la misma Atención y Energía Rectas que usamos en el experimento de rozar el índice con la lengua. Juntas, ambas generan exactamente el tipo de atención natural y sutil que conviene emplear en la meditación—como en la concentración sobre el tacto de la respiración en las fosas nasales, que practicamos este mediodía—para que también sea Recta. 

Recta Atención y Recta Energía forman un tándem natural, relajado y gozoso que se puede aplicar en todas las situaciones de la vida diaria, con gran beneficio para uno mismo y los demás. Como dijo un antiguo maestro Chan, “En el camino del Dharma, no hay sitio para el esfuerzo”; se refería, naturalmente, al esfuerzo de fruncir el ceño y apretar los dientes. Lo gracioso es que tampoco hay sitio para el no-esfuerzo. 

Entonces, ¿qué hay?

Ni esfuerzo ni no-esfuerzo: Recta Energía.

Si lo entendemos bien, empezamos a vislumbrar por qué sonríen tanto los Budas y bodhisattvas...

La Recta Energía o Recta Intención

 

Siguiendo la conversación que hemos mantenido en la sesión de hoy, copio una sección de Despertar al Dharma de Shanjian Dashi que explica con más detalle la aparente paradoja de la Recta Energía (samma vayama, uno de los componentes del Óctuple Sendero):

¿Qué relación tiene la Recta Energía con la voluntad?

Muchas personas intentan hacer mucha fuerza para conseguir la energía, pero esta fuerza sale de la mente y no vale para mucho, y por tanto consiguen muy poco excepto cansarse.

Es verdad que no puedes tocar la energía natural sin comenzar primero con energía de la voluntad de la mente. Pero es importante imponer esta mente con voluntad como una mariposa, no como un elefante.

Cuando hablas de utilizar fuerza con energía, no es la fuerza de la potencia física ni mental. Es la fuerza de la resolución y la perseverancia, que van junto con la calma y la paciencia.

¿De dónde sale esta energía? Sale de tu sistema visceral, y más específicamente de un área dentro de tu cuerpo a la altura del ombligo. A eso, en las artes marciales, se le llama hara. En el budismo visualizamos un chakra de energía en ese punto.

Date cuenta por tanto de que la energía es una cosa visceral. Dado que es algo visceral, la mente no tiene conciencia de esta energía hasta que pasa a la conciencia. En su camino a la conciencia, pasa por el sistema emocional, por lo que hay una respuesta emocional. A esa experiencia le llamamos intención.

Esto es por lo que, en el Óctuple Sendero, la Recta Energía también puede llamarse Recta Intención. Pero la conciencia tampoco tiene conocimiento de la intención.

Solo cuando estas experiencias viscerales y emocionales llegan a la conciencia puedes ver como ilusión la sensación mental de energía, intención y motivación. Entonces puedes ver que la energía, la intención y la motivación son realmente una misma cosa. Los que dicen que no tienen motivación para seguir las enseñanzas o hacer las prácticas o la Recta Atención a diario simplemente no han conseguido la liberación de su propia energía.

Recordad que dije que hay que liberar esta energía en el primer instante con una voluntad mental ligera como una mariposa. Así es. Fíjate con Recta Atención en el área del ombligo, empuja ligeramente con tu voluntad mental y persiste con resolución, paciencia y calma. No tengas ninguna expectativa de que surja esta energía natural; simplemente persiste.

Cuando tu propio sistema natural vea que la voluntad de la mente aplicada como una mariposa no funciona, permite que esta voluntad de la mente se disuelva. En ese momento sale la energía natural y, claro, también la intención natural y recta y la motivación. Pruébalo.

Algunas veces puede ocurrir que, al despertarte por la mañana y después de hacer el Yoga del Despertar correctamente, puedes sentir una intención y motivación de hacer el Gurú Yoga, postraciones, sadhanas o cualquier cosa (con esperanzas consistentes con tu camino budista). Cuando ocurra eso, haz Recta Atención al nivel del ombligo y podrás notar una ligera sensación que quizá pienses que es incomodidad. Eso es la acumulación de energía natural. Nota que esta energía no es tensa. Eso es lo que debes tocar cuando quieres utilizar la energía.

No es fácil, pero persevera, y recuerda que no puedes conseguir la Recta Energía sin la presencia de la Recta Atención.

 

***

Últimamente he intentado ser constante con la práctica de la Recta Intención y siento que tiene mucho sentido, pero cuando trato de aplicar la Recta Atención sobre el área del ombligo me confundo un poco y no sé exactamente cómo hacerlo. Lo que hago es tratar de generar la sensación de que esto también es una colección de propiedades mediadas por mi mente, pero todas las veces trato de hacerlo de manera diferente (como tratando de buscar nuevas formas de hacerlo, por no estar nunca muy convencido, creo yo); por eso me gustaría que me ayudara a entender cómo aplicar esta Recta Atención sin comprometer tanto a mi mente ni estar buscando constantemente nuevos métodos.

Lo que estás haciendo es ver la vacuidad de las cosas, pero solo tienes la mente y no puedes ver más allá de esto. Intentaré dar una explicación más clara de la Recta Intención o Energía y la Recta Atención.

Dibuja una línea con punta, como una flecha.

Esta línea tiene una dirección, ¿no es así? Eso representa la Recta Atención.

Esta línea también tiene una fuerza, ¿verdad? Eso representa la Recta Energía.

Bien. Ahora dibuja un círculo. Dale un nombre; ese nombre es tu propia naturaleza. Ahora dibuja otro círculo más grande, con el primer círculo dentro. Dale al espacio entre el primer y el segundo círculo un nombre; ese nombre es tu mente manchada. Bien. Ahora dibuja un tercer círculo y dale un nombre al espacio entre el segundo y el tercer círculo; esto es tu Yo, Ego y Superego. Este es el diagrama del hombre normal, cotidiano.

Ahora, desde fuera del hombre normal, dibuja una flecha que termine en el segundo círculo. Eso es un estímulo desde fuera del hombre normal. Cuando el punto de esta flecha toca este segundo círculo, se evoca una respuesta, basada en la información de la mente manchada y las identidades.

Ahora, desde un punto entre el primer y el segundo círculo, dibuja una flecha que también termine en el segundo círculo. Esta flecha es un estímulo que sale espontáneamente desde la mente manchada. En función de la información de la mente manchada y las identidades, hay una respuesta.

Puedes ver que estos dos tipos de respuestas son inadecuadas y totalmente incorrectas. Éstas son las respuestas de las personas que sufren constantemente en este mundo.

Ahora dibuja tres círculos más de la misma manera. La parte dentro del primer círculo es tu propia naturaleza. La parte entre el primer círculo y el segundo es tu mente pura. La parte entre el segundo círculo y el tercero es tu capacidad de hacer discriminaciones correctas.

Ahora, dibuja una flecha desde fuera y haz que el punto termine dentro del primer círculo. Ahora haz que esta flecha gire y termine en el segundo círculo. En este momento, la respuesta de los estímulos externos es una combinación de tu propia naturaleza, tu mente pura y tu discriminación correcta.

Ahora, dibuja una flecha desde la mente pura hasta la propia naturaleza, y traza un giro que termine en el segundo círculo. Puedes ver que esta respuesta que sale también es una combinación de tu propia naturaleza, tu mente pura y tu discriminación correcta.

Claramente, estas dos respuestas son correctas y naturales.

Ahora, la gran pregunta es: ¿cómo convertir el primer sistema en el segundo?

El secreto está en la Recta Intención o Energía y la Recta Atención. ¿Cómo hacerlo?

1)    Permite que la flecha vaya muy bien dirigida, sin perturbaciones de la mente.

2)    Deja que la flecha tenga muy poca potencia, muy poca energía. Permite que esta flecha toque el segundo círculo como una mariposa, no como un elefante.

3)    Mantén la flecha de esta manera. No es difícil, porque hay muy poca energía.

En otras palabras, mantén en su sitio la idea, el concepto, la emoción, la sensación (los estímulos externos o internos), sin rechazar ninguna parte. Pero al mismo tiempo, no permitas que hagan ningún movimiento contra tu flecha de Recta Atención. No luches con las fuerzas contrarias. Tu fuerza de una mariposa es suficiente para combatir contra diez millones de elefantes.

No mantengas ninguna expectativa de que vaya a ocurrir algo. No fuerces nada, nada, nada. No introduzcas tu mente de ninguna manera. (En realidad, la Recta Atención y la Recta Energía son tu mente, pero son la mínima mente posible; esta mente no puede conseguir nada en el fondo).

Cuando la mente manchada ve que no puede conseguir nada, la barrera (la mente manchada) dimite, y tus identidades también. Entonces, la flecha sigue hasta tu propia naturaleza. Es igual con la flecha que comienza dentro de tu mente manchada.

Lentamente, con las prácticas, la mente manchada cambia a pura, y las identidades se convierten en discriminación natural.

Así es cómo hacer el cambio. Pero debes intentar hacerlo todo el día, con todos los estímulos, grandes y pequeños. No es fácil, pero con calma, perseverancia, determinación e introspección correcta, el éxito está garantizado.