A continuación copio otra versión del sutra que a veces leemos como preámbulo de la práctica de cultivo del amor benevolente (metta bhavana), esta vez en una versión en inglés:
Karaniya Metta Sutta
Translated by Gil Fronsdal
This is the work of those who are skilled and peaceful, who seek the good:
May they be able and upright, straightforward, of gentle speech and not proud.
May they be content and easily supported, unburdened, with their senses calmed.
May they be wise, not arrogant and without desire for the possessions of others.
May they do nothing mean or that the wise would reprove.
May all beings be happy. May they live in safety and joy.
All living beings, whether weak or strong, tall, stout, average or short, seen or unseen, near or distant,
born or to be born, may they all be happy.
Let no one deceive another or despise any being in any state,
let none by anger or hatred wish harm to another.
As a mother watches over her child,
willing to risk her own life to protect her only child,
so with a boundless heart should one cherish all living beings,
suffusing the whole world with unobstructed loving-kindness.
Standing or walking, sitting or lying down, during all one’s waking hours,
may one remain mindful of this heart and this way of living that is the best in the world.
Unattached to speculations, views and sense desires, with clear vision,
such a person will never be reborn in the cycles of suffering.
Sutta Karaniya Metta
Versión en español de la traducción de Gil Fronsdal
Esta es la tarea de los que son hábiles y pacíficos, que buscan el bien:
Que todos sean diestros y honrados, francos, amables al hablar y sin orgullo.
Que estén contentos y sean frugales, libres de cargas y con los sentidos en calma.
Que sean sabios, no arrogantes y sin deseo de los bienes de otros.
Que sean incapaces de hacer nada malo o que los sabios podrían reprobar.
Que todos los seres sean felices. Que vivan con seguridad y gozo.
Todos los seres vivos, ya sean débiles o fuertes, altos, robustos, medianos o pequeños,
visibles o no visibles, cercanos o lejanos, nacidos o por nacer—que todos sean felices.
Que nadie engañe a otro o desprecie a un ser vivo de cualquier condición,
que nadie desee dañar a otro por ira o por odio.
Así como una madre vela por su hijo,
dispuesta a arriesgar su propia vida para proteger a su único hijo,
Así, con un corazón ilimitado debería uno apreciar a todos los seres vivos,
inundando el mundo entero con amor benevolente sin trabas.
Ya sea de pie o caminando, sentado o tumbado, durante todas sus horas despierto,
que pueda uno recordar este corazón y esta manera de vivir que son lo mejor del mundo.
Desapegada de teorías, puntos de vista y deseos sensuales, y dotada de una visión clara,
una persona así jamás renacerá en los ciclos del sufrimiento.