Copio a continuación un extracto de las enseñanzas de Shanjian Dashi publicadas en Despertar al Dharma. Son de la máxima importancia para practicar correctamente la meditación, sea del tipo que sea:
Tanto la Recta Atención como la Recta Intención (Energía) son la
base de todo el budismo, dentro y fuera de la meditación. Sin ellas, la
meditación es un fracaso. La intención es la fuerza, la atención es la dirección
y la contemplación o concentración es la consecuencia. Son un equipo, una parte
integral del Óctuple Sendero.
Mira: después de todos sus estudios como brahmán y su primera
meditación como niño, después de años con los viajeros sagrados, después del
duro trabajo con sus dos maestros, que lo elevaron hasta el octavo jhana, después
de enseñar a los estudiantes de su último maestro, después de su propio salto
al Despertar, el Buda regresó y dijo: “Mirad... Hay Sufrimiento, una causa del Sufrimiento,
un final del Sufrimiento y el Óctuple Sendero, donde hay Recta Atención, Recta
Intención y Recta Concentración”.
De verdad, ¿por qué cree todo el mundo entonces que la Recta
Intención y la Recta Atención son sencillas? Solo son palabras... pero Buda
dijo que la verdad es profunda y difícil de entender. Por tanto, la Recta
Intención y Recta Atención también son muy profundas, nada fáciles de entender
y aún más difíciles de practicar.
Hace falta fuerza. Sí, es así, pero esa fuerza no es la fuerza
mental que es tan pesada... No es la fuerza de apretar los dientes; es la fuerza
de la mente que actúa como una mariposa. Es la fuerza de voluntad mental sutil,
pero con resolución, perseverancia, calma y paciencia. No se puede separar la
Recta Atención de la Recta Intención (energía).
Bien, ahora explico brevemente la Recta Intención.
Hay, como todos sabéis, tres niveles cerebrales. En plan no
fisiológico se los puede considerar como el sistema en relación a las
cuestiones viscerales, las emocionales y las mentales/pasionales (los
pensamientos).
De acuerdo. La fuente de la energía está en el sistema visceral.
Podemos tomar al chakra del ombligo como esa fuente; pero este chakra no existe
de verdad en sentido fisiológico, sino que es uno de los centros del campo electro-energético
del cuerpo.
Es de aquí de donde sale la energía... Es la fuente.
Pero la conciencia no puede captar esa energía tal como es hasta que
la energía llega a la propia conciencia, y antes de ello tiene que pasar por el
sistema emocional correcto.
Bien. En el sistema emocional se produce una transformación
energética, de forma que esa energía se traduce luego en intención en la
conciencia. Así que este es el motivo por el que hablamos de la energía y la intención
como si fueran la misma cosa.
Pero hay una etapa más... En el nivel más alto, este impulso de
energía-intención es transformado por la mente en otra cosa, que es la
motivación.
Por tanto, la secuencia es energía-intención-motivación, que son uno.
Bien, si intentas crear la energía con la fuerza de la mente no
funciona... Solo funciona si abres la puerta de la energía natural y primordial
del ombligo.
¿Cómo? En un ser liberado eso ocurre fácil y naturalmente sin la
necesidad de ayuda de la herramienta de la mente cognitiva.
Pero para nosotros no es así... Estamos enfermos... ¿Qué se puede hacer?
Rechazar la fuerza, y aplicar la mente con suavidad y sutileza para liberar las
cadenas de la puerta de la energía primordial.
Ligero... ligero... ligero... Aplicar la fuerza con resolución,
perseverancia, calma y paciencia... Ligero... ligero, y con el tiempo la puerta
se abre levemente y la mente se va... Después de ese momento, la energía hace
todo el trabajo... No hace falta la memoria...
Luego, hay que permitir que la energía sea dirigida por la Recta Atención.
De la misma manera: ligero... ligero, con resolución, perseverancia, calma y paciencia...
Es así... pero no es fácil.
Puede ser que algunos días te levantes con ánimo. Antes de
levantarte, nota la fuente de esa energía. Podrás notar que está en el ombligo,
como si fuera una ligera incomodidad... Seguro que tu mente toma inmediatamente
el mando, pero esta ligera señal es la propia semilla de la energía natural.